domingo, 14 de noviembre de 2010

PRESENTACION

quí dicen que los hombres de Altamira viven del bizcocho de sus mujeres. Y tienen razón.
Son 34 bizcocherías alrededor de las cuales gira la economía de los 2.500 altamirenses, que generan más de 70 millones de pesos al mes y más de 250 empleos directos e indirectos.
Bien podría decirse que el bizcocho de achira es el producto típico de Altamira.
La preparación Su preparación especial y artesanal, su tostado, su crunch, su exquisito sabor lo hacen inconfundible y único.
Su fórmula original contempla tres tazas de cuajada fresca (del mismo día), una y media de almidón de achira, mantequilla (que resulta del proceso de deshidratación de la cuajada), cinco yemas de huevo y sal al gusto.
Esta fórmula fue inventada en 1926 por las hermanas María Antonia y Romelia Vargas y aún se mantiene como propia de esta región; aunque cada fábrica le pone su toque secreto.
El asado se hace en hornos que se alimentan de caganejo, un tipo especial de leña que le da un aroma muy particular al producto.
El bizcocho se asa durante 15 ó 20 minutos, luego se saca y se raspa la base. Después se mete nuevamente al horno ya más frío para el tostado (entre 3 y 4 horas).
La comercialización Su proceso de comercialización también es artesanal.
Turistas que van de paso a San Agustín o que llevan bizcochos para mandar a sus parientes en el exterior; otros que hacen pedidos para llevar a diferentes ciudades del país...
Sin embargo, desde 1993 se hacen esfuerzos para agrupar a los fabricantes de achira en las diferentes asociaciones que a lo largo de los años han surgido en Altamira como Cooperativa de Trabajo Asociado de Productores de Bizcocho de Achira de Altamira (Achiral), y ahora con la formación de una nueva iniciativa empresarial hacer una gran asocian con la micro empresa PANFRULA “ricuras de altamireñas” estrategia que tiene el propósito de organizar todo el proceso integral de fabricación y comercialización del bizcocho, desde el propio cultivo.
La idea es tener una fábrica piloto, de donde se genere una acción conjunta que beneficie a todos los artesanos del bizcocho de achira.
Un esfuerzo que hoy tiene que competir con otras fábricas, que como Achiras del Huila, Carulla o Ramo, han implementado procesos mucho más tecnificados e industrializados para la elaboración de los bizcochos y su comercialización en el mercado nacional.
Lo curioso es que todos ellos se enfrentan a la escasez de la materia prima fundamental para la preparación de los bizcochos: el almidón de achira.
De allí el inmenso potencial del cultivo, mucho más si se tienen en cuenta los numerosos usos de la achira en otras actividades económicas.